Recordando a Ferreira Gullar


Canción para no morir

Cuando te vayas,
muchacha blanca, como la nieve,
llevame.

Si acaso no podés
cargarme de la mano,
niña blanca de nieve,
llevame en el corazón.

Si en el corazón no podés
acaso llevarme,
muchacha de sueño y de nieve,
llevame en tu recuerdo.

Y si allí tampoco podés
por tanta cosa que lleves
conmovida en tu pensamiento
niña blanca de nieve
llevame en el olvido.

Paseo en Lima

Bajo este árbol
siento en la cara el calor
de sus flores coloradas( como
si dentro de un relámpago
Podían ser de trapo
estas flores, podía
ser de tela este
fulgor vegetal-
que es la misma materia de la flor,
de la palabra
y de la alegría en el corazón del hombre.



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