- El 9 de Septiembre de 1981, un año diez meses y trece días antes de ganar el Premio Nobel, Gabriel García Márquez escribía que luego de una larga vida como periodista y escritor, tenía más de cincuenta años, sólo podía arrepentirse de haber ganado dos laureles, uno en 1954 patrocinado por la Asociación de Escritores de Colombia, con un cuento sin terminar, y el otro, en 1962, de la Esso Motor Company, con 3 mil dólares de gaje, con una obra que no tenía título y hoy es conocida como La mala hora, porque, según el emisario de los patrocinadores, “nadie había mandado ninguna obra que valiera la pena”. Nunca asistió a las premiaciones, porque tuvo la impresión muy desapacible de haberse prestado a una farsa pública y una vez más a la promoción de una empresa que nada tenía que ver con la literatura (Harold Alvarado Tenorio).