El eclipse de Yukio Mishima

El 25 de noviembre de 1970, en Tokio, Yukio Mishima entra en el despacho del jefe del Estado Mayor del ejército tras reducir a los guardias con cuatro hombres del comando de extrema derecha que ha fundado. Acto seguido, sale al balcón para proclamar sus quejas en público -la desmilitarización de Japón y la pérdida de sus valores tradicionales- y, de vuelta adentro, se deja el torso desnudo, se asienta sobre los talones, grita tres veces «¡Larga vida al emperador!» y se clava una daga. Un compañero le da el golpe de gracia, aunque no logra decapitarlo hasta la tercera vez, y es otro quien descabeza a ambos. En su escritorio se encontrará una última nota: «La vida humana es breve, pero yo quisiera vivir siempre».
Editorial: Gallo nero Ediciones

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