Ricard Ruiz Garzón (Barcelona, 1973), con la novela La Inmortal, y Francisco Díaz Valladares (Villamanrique de la Condesa – Sevilla, 1950), con la novela, Tras la sombra del brujo, son los ganadores de la XXV edición del Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil.
Dos historias muy dispares que enlazan con el mundo de nuestros jóvenes. Un mundo donde, junto a la intolerancia, el miedo, la venganza y la violencia, conviven también la amistad, el esfuerzo, la convivencia pacífica y el triunfo.
Con un perfecto dominio de la estructura narrativa, Ricard Ruiz Garzón, en La Inmortal, acerca al lector la conmovedora historia de una niña, Judit, de carácter tenaz y competitivo, que se convierte en toda una estratega del ajedrez y de la vida. El respeto, la paciencia y el saber ganar y perder le darán a Judit la inspiración y las ganas para luchar contra el trato injusto que recibe su rival y amigo, un misterioso maestro iraní del ajedrez.
Francisco Díaz Valladares en Tras la sombra del brujo presenta una novela de aventuras ambientada en los exóticos paisajes de África, en pleno siglo XXI.
Aunque su piel es blanca, Julen había nacido en el continente africano y nunca se había sentido extraño allí. En su viaje de regreso, descubre que no hay mayor héroe que su abuelo, un intrépido antropólogo, y la belleza de una joven Masai. Pero las injerencias de un capitalismo sin escrúpulos cambiarán la convivencia de las tribus que habitan.
Premio EDEBÉ de Literatura Infantil y Juvenil
En esta edición se cumplen 25 años desde que el Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil comenzó su andanza. Desde enero de 1993 hemos leído y premiado obras maravillosas, hemos descubierto escritores debutantes, pero también hemos contribuido a consolidar las carreras de autores ya expertos.
La participación en el certamen es anónima y el jurado cada año lanza sus hipótesis sobre quién se esconde tras la obra ganadora.
Nos sentimos orgullosos de la intuición de nuestro jurado. El mejor ejemplo de su criterio es el ganador de la primera edición en la categoría juvenil: un todavía desconocido Carlos Ruiz Zafón que, con tan solo 28 años, se llevaba el premio con El Príncipe de la Niebla.
Dos obras galardonadas con el Premio Edebé han sido también Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, que otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, lo cual los ratifica como obras excepcionales en su género. Es el caso de La isla de Bowen, de César Mallorquí, y Palabras envenenadas de Maite Carranza.
Creemos tanto en la multiculturalidad de nuestro país y en la riqueza de su diversidad, siendo la principal singularidad del premio, que obras en las cuatro lenguas oficiales del Estado participan en igualdad de condiciones.
Pero la influencia del Premio Edebé no se detiene en nuestras fronteras, son ya 117 las ediciones internacionales del conjunto de los premios, traducciones en 24 países y a 19 lenguas diferentes que van des del alemán, francés, italiano o portugués, al búlgaro, serbio o hebreo. Sin ir más lejos, el ganador en la categoría Infantil de 2013, Musgo, de David Cirici, ha conseguido ser finalista del Premio Strega Ragazzi 2017, otorgado por los jóvenes lectores italianos, y Palabras envenenadas se ha publicado en 14 países.
En la XXV edición se han presentado trescientos tres originales procedentes de todo el Estado español y también de diversos países de América Latina, 187 obras en la modalidad infantil y 116 en la modalidad juvenil, escritas en castellano (258), en catalán (30), en gallego (10) y en euskera (5).
El Premio Edebé cuenta con una dotación económica total de 55.000 euros (30.000 € para la obra juvenil y 25.000 € para la obra infantil).
Fueron ganadores de la edición anterior Jordi Sierra i Fabra, con El aprendiz de brujo y Los Invisibles, y Luis Leante, con Huye sin mirar atrás.
Foto: Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil.