VI
Rómulo Gutiérrez (Perú)
La Soledad de mis días buenos y malos,
Acaricia el poco cabello y sopla al viento
Pensamientos descifrados e inmunes a la metralla del silencio.
Mi Soledad de insomnios y despertares sin congoja,
Toma mi mano y saca a pasear las pocas ilusiones que no huyeron con el canto de los gallos, y al crepúsculo, sale presurosa a la búsqueda de su felicidad.
Muchas veces mi Soledad, caminaba descalza por prados de colores inimaginables y su travieso aletear embalsaba la fragancia de las flores con su eterna sonrisa.
Así es mi Soledad, cobriza como un buen día de Dios, sería como el calor del verano lejos de la mar, inquieta y coqueta tal lluvia que refresca el medio día,
Pero algunas veces, tan ausente…
La Soledad de mis pensamientos, del temor a espantar con mis ideas, su frágil nido,
La Soledad de mis caricias, de mis besos, de mi corazón destartalado, de mi soledad jurásica que atosiga el lento pendular del patíbulo.
¿Qué esperanza tendría sin mi Soledad?
¿Cómo los sueños podrían volar sin la soledad?
¿Cuándo mi Soledad rendirá su soledad?
Y será ¡feliz!…