Los velos de la memoria

Bogotá. Edición, Caza de Libros / Construyendo memoria
Los velos de la memoria, el libro del escritor colombiano Jorge Eliécer Pardo, será presentado el 25 de abril en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, luego de su éxito en el Consulado de Colombia en París donde lanzó en su primera edición el pasado noviembre de 2015.
Los velos de la memoria, son tejidos por 32 relatos y 45 fotografías que viajan por la historia de Colombia. Se escuchan las voces de las víctimas en el lenguaje purificador del río, en la inocencia de los niños, en los restos insepultos. Personajes anónimos que, en el largo éxodo por el país, no encuentran explicación a sus despojos.
No son testimonios ni denuncias, tampoco crónicas de confrontaciones bélicas. Son narraciones de la memoria que surgen desde la indefensión, el horror y la muerte. Ritual de duelo contra el olvido.
Dice Eduardo García Aguilar: “Los velos de la memoria me han conmovido profundamente…
Prosa sobria, sencilla y efectiva… cuando leemos cada uno de los textos parecen dictados por un ser misterioso… como si no hubieran sido escritos… poemas donde el autor usa la voz de los fantasmas que convoca… Ni la izquierda, ni la derecha, ni lo religioso o lo no religioso, ni los malos ni los buenos están exentos de cierta culpa. Me recuerda muchos libros de la violencia de grandes escritores mexicanos y pienso en el maestro Edmundo Valadés, su cuento, La muerte tiene permiso, gran clásico de la literatura mexicana… El libro de Pardo está llamado a convertirse en clásico de la literatura colombiana”. 
Angélica Pérez Pérez, periodista de RFI, Radio Francia Internacional, quien entrevisto a Pardo, afirma: “Testimonio desgarrador de una guerra que dura desde siempre, Los Velos de la memoria da voz a las víctimas en Colombia de masacres y asesinatos brutales. Es la muerte que habla. A partir de la indefensión y el dolor, Jorge Eliécer Pardo construye unos relatos de una enorme carga simbólica dibujada en los ritos que hacen las mujeres para paliar el sufrimiento, conjurar el olvido y devolverle la dignidad a sus muertos. Narraciones ataviadas de una poética tan horrorosa como sublime que convierten a la obra de Pardo en arquetipo de la estética del horror. La prosa de Pardo es audaz y valiente porque osa dar a cada uno de los actores de la guerra en Colombia el papel que ha jugado y sus responsabilidades. Los Velos de la Memoria es una obra de ficción que permite superar las premisas simplistas y peligrosas que cubren la memoria y con las que se corre el riesgo de hacer una paz a medias, tan funesta como la guerra misma”. 
El poeta colombiano Jorge Torres, residente en París, escribió: “Impotencia, desamparo, orfandad: pesadilla escarlata en Los velos de la memoria. Por las palabras que en turbulencia descienden por el rio, en un territorio del planeta azul llamado Colombia, flotan en sus ondulaciones el miedo, el dolor y la rabia venciendo el olvido que ha borrado la permanente tragedia. Son las voces que llevan un eco que nadie escucha aunque ruja en los tímpanos y se fragmente en la retina insensible a todas las aberraciones de la patología de la violencia. ¡Impotencia! Esa es la sensación: nada puedo hacer para salvarme, estoy condenado y quisiera decir que se equivocan, que no pueden amputar mis sueños prematuramente; pero en verdad todo será inoficioso: cercenarán mi sensible arquitectura y desmembrarán todas las partes de mi ser para no dejar huella de mi existencia (es la mano de la depravación y la depredación). Impotencia que se diluye en el silencio cargado de una profunda tristeza que se desvela, como neblina, en el viaje del tiempo desde nuestros ancestros. Voces y voces al unísono, a veces a capela, o entre murmullos escondidos en la vegetación que es la única cómplice para intentar salvarse. Rostros y rostros de profunda mirada expresando la impotencia en el exterminio, en actos de sevicia y, después: manos, cabezas, miradas en procura del cuerpo y el ser para reencontrarse con sus íntimos que, en el total desamparo, buscan sus sueños cargados de desesperanza. No hay edad para el homicida: niños, adolecentes, adultos, ancianos, expresarán el grito y hablarán del viaje definitivo en el gesto del dolor; resistiendo la masacre aunque la orfandad perennice su existencia.
Los velos de la memoria es un poema profundo que exhuma el olvido y da aliento al verbo para reconstruir la historia, la verdadera historia que no se ha escrito; desempolva la mentira que han nutrido muchos cronistas de la Republica. La palabra fluye de una fuente esencial: el ser colectivo desterrado de su cuerpo, de su sueño, de su tradición; vive y permanece en la memoria y, que imagen tras imagen recorre el deambular de un tiempo trazado de añejo escarlata, dibuja la huella de la barbarie trashumante desde millones y millones de instantes cercenados. Las guerras del mundo. La impotencia, el desamparo y la orfandad, titilan en el libro: escucho un eco que me dice: ¡basta! ¡basta!, mientras leo Los velos de la memoria mis manos temblorosas arrancan estas sensaciones para que retorne el equilibrio asistiendo al funeral de la vieja guerra y a la floración de la vida”.
Los velos de la memoria saldrá en francés el primer semestre de 2015.

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