Presentación del tomo III de Cuentos y relatos de la literatura
colombiana
Por: Pablo
Hernán Di Marco*
Suelo olvidar cómo me llegaron muchos de mis
libros, incluso muchos de mis libros más queridos. ¿Los compré? ¿Me los
regalaron? ¿Se trasladaron a mi biblioteca de modo misterioso? Sin embargo
recuerdo muy bien el momento en que Cuentos
y relatos de la literatura colombiana llegó a mi vida. Fue en 2014, durante
una tarde ardiente en Neiva. Luz Mary Giraldo —antóloga del libro— me entregó ambos tomos como quien
entrega un tesoro, y me dijo: “Yo sé que tú sabrás valorarlos”. Comencé a leerlos
durante mi vuelo de regreso desde Bogotá hacia Buenos Aires, y no logré
desprenderme de ellos por varias semanas. Más allá de mi amor por Rivera,
Isaacs y García Márquez, confieso que recién logré comprender la
compleja hondura de la literatura colombiana a partir de la lectura de esos dos
tomos.
Por lo tanto fue grande mi felicidad cuando
el mes pasado Luz Mary me contó que en cuestión de días llegaría a
librerías el esperado tomo III de esa antología. Y había más: Luz me
invitaba a moderar la presentación virtual organizada por Fondo de Cultura
Económica en las que nos acompañarían dos de los escritores que integran la
antología, Alejandra Jaramillo y Guido Tamayo.
Lo que debió ser una presentación formal,
devino en una conversación amena y entretenida que giró en torno a lo que
representa esta trilogía a la que me animé a definir como “la gran novela
colombiana”. Les comparto algunos pasajes de nuestra charla:
Pablo Di
Marco: ¿Si hoy tenemos la posibilidad de reunimos en torno a este tomo III
es porque antes tuvimos un tomo I y II. ¿Cómo nació este proyecto, Luz?
Luz Mary
Giraldo: Nació por el interés de Juan Camilo Sierra, que hacia 2002 me
preguntó si deseaba hacer una antología de cuento colombiano contemporáneo. Yo
acababa de publicar antologías con Seix Barral y Alfaguara, y hacia fines de
los 90’ también había publicado con Fondo de Cultura Económica en México una
antología llamada Nuevo cuento colombiano.
Cuando Juan Camilo me propuso esta nueva aventura yo la acepté, pero en
el proceso nos dimos cuenta que no valía la pena limitarnos a autores
contemporáneos, sino que había que mirar para atrás. Y decidí empezar como lo
hacen todas las historias de la literatura: con mitos, con textos que llamamos
de tradición arcaica, y de ahí pasé a los relatos de la colonia, después a los
relatos costumbristas del siglo XIX, y al fin abordé el siglo XX. El tomo I
llega a su clímax con Gabriel García Márquez. A partir del tomo II me
topé con el desafío de organizar la multiplicidad de voces destacadas que
surgió a partir de García Márquez.
PHD: Y así
llegamos al tomo que hoy nos convoca.
Luz
Mary:
El tomo III retoma el tomo II, y lo actualiza con autores que ya estaban
establecidos durante la confección de aquel tomo, más algunos recientes y otros
nacidos incluso en los años 90’. Este tomo III dialoga perfectamente con el
tomo II y establece vínculos y rupturas con el tomo I. No sobra decir que este
tercer tomo se hizo realidad gracias al equipo actual de Fondo de Cultura
Económica en Colombia, y su directora Gabriela Rocca.
PHD: Ya que
estamos hablando de diálogo y ruptura, díganme, Alejandra y Guido: ¿en qué se asemeja
y diferencia la escritura de ustedes con aquellos cuentos que encontramos en
los dos tomos anteriores?
Guido
Tamayo:
A mí me sorprende la cantidad de buenos cuentistas tanto como el modo en que
conviven generaciones tan distintas. Dentro de esta diversidad no es sencillo
ubicarse. Desde lo temático yo me siento cercano a la línea de la violencia
intrafamiliar, de las familias disfuncionales. La tradición de estos cuentistas
tiene una diversidad impresionante. El pasado cuentístico de la literatura
colombiana resulta insuficiente para explicar las propuestas de estos nuevos
autores. Acá encontramos una literatura universal alimentada también por el
comic, la televisión, el cine, la literatura existencial, el horror… Este tomo
III me hace sentir contemporáneo de un buen número de cuentistas a los que
quisiera ser capaz de copiar un poco.
“El pasado
cuentístico de la literatura colombiana resulta insuficiente para explicar las
propuestas de estos nuevos autores”
Alejandra
Jaramillo: Estoy fascinada tras leer los cuentos de este tomo III. Su
lectura me despierta el deseo de salir corriendo a dictar un curso sobre
literatura colombiana basado en este tomo. Tú Pablo me preguntas sobre las
diferencias. Voy a nombrarte algunas características que encuentro interesantes
de este libro: uno es que el cuento actual pareciera no buscar la esfericidad
sino algo más amorfo. Encuentro muchos textos que apelan al vacío como forma. Y
también encuentro otros cuentos que buscan la acumulación, ese es un tipo de
cuento que a mí me encanta, creo que tiene que ver con lo que Alice Munro
ha hecho con todos nosotros. La literatura se construye de a muchas manos, y Luz
Mary ha sido capaz de llevar la literatura contemporánea colombiana a las
universidades.
PHD: Y Luz
lo hace sin esa solemnidad tan usual en el ambiente literario, sin esa
pomposidad que lo único que logra es alejar al otro. Luz, a partir de una
sonrisa, a partir de un modo ameno de decir las cosas, atrae, tiende puentes.
Alejandra
Jaramillo: Así es, Pablo. Otra característica de estos nuevos cuentos es
que no encuentro una presencia tan abrumadora del conflicto armado y de la
violencia colombiana. Y eso me parece interesante y a su vez me da miedo.
Porque, ¿qué nos está pasando? Pareciera que todos nos soltamos de ese tema. Es
un momento de pensar otra vez nuevas formas de contar.
“La
literatura se construye de a muchas manos, y Luz Mary ha sido capaz de llevar
la literatura contemporánea colombiana a las universidades.”
Guido
Tamayo:
Esa ausencia a escribir sobre el conflicto armado se ha desplazado a otras
violencias que son por supuesto ecos de la gran violencia histórica colombiana.
Ya no se pone el foco en el conflicto armado sino en violencias soterradas, más
sutiles pero no menos espantosas. También noto una despreocupación de los
nuevos autores por la historia única, se busca no contar solo una historia, y también
noto un gran cambio en los finales de los cuentos. El final del cuento ya no le
pertenece solo al autor sino también al lector. El silencio cada vez ocupa más
espacios en el nuevo cuento. El cuentista ha aprendido a callar, a darle mayor
participación al lector.
Alejandra
Jaramillo: Y hoy, que la literatura pareciera esforzarse por ser
políticamente correcta, me encanta que haya tantos cuentos que busquen
incomodar.
PHD: Cepeda
Samudio, Mutis, García Márquez… ser incluido en esta antología es un orgullo
pero también una responsabilidad. Si yo fuese parte de esta trilogía, más allá
de sentirme halagado, también sentiría
que debo ser capaz de heredar un legado así de rico.
Guido
Tamayo:
Es así, sin dudas. Pero deseo aclarar que hay una parte de esa herencia que me
interesa mucho, y hay otra parte de la que me voy a liberar. Uno debe asumir la
responsabilidad de seleccionar su herencia, y eso hago. Y no olvido que esa
herencia no es solo colombiana sino también mexicana, argentina, peruana,
chilena… Porque por fortuna esa cuestión restrictiva tan típica colombiana va
quedando atrás.
Luz
Mary:
Quisiera agregar algo para complementar lo que dijo Guido. Durante los
cinco años de trabajo que me llevó la preparación de este tomo III, me
preocupaba que estos cuentos fuesen más allá de los temas nacionales. Yo
deseaba que en este tomo se encuentren ecos no solo de literaturas
latinoamericanas como las que menciona Guido, sino también de otras,
como por ejemplo la sajona.
PHD: Los escritores
son imprescindibles. Pero también sabemos que son seres sensibles, egocéntricos
e inseguros. Luz, ¿cómo te manejaste con las tristezas y reclamos de los
escritores que se quedaron fuera de la antología?
Luz
Mary:
Cómo me estoy manejando, querrás decir. La respuesta es simple: estoy
acostumbrada. No son pocos los autores que me reclaman por qué no han sido
incluidos. Hay que entender que toda antología es personal, y es tan grande la
cantidad de escritores que es imposible contenerlos a todos. Nadie está
excluido de mis trabajos y mis lecturas, tan solo he debido dejar a algunos de
lado simplemente porque no cabían dentro de lo que yo me proponía hacer. Hay
que entender que cada cual tiene su propio criterio, y yo tengo el mío. Por
supuesto que me quedaron buenos autores fuera, pero nadie me puede acusar de
que yo no he escarbado y trabajado lo suficiente. Pero ya mismo estoy
preparando una nueva antología, y no para darle contentillo a quienes se
quedaron afuera sino brindarle espacio a nuevas tendencias que existen
dentro de la literatura colombiana.
“No son
pocos los autores que me reclaman por qué no han sido incluidos. Hay que
entender que toda antología es personal, y es tan grande la cantidad de
escritores que es imposible contenerlos a todos.”
Alejandra
Jaramillo: Es importante diferenciar que una cosa es la selección de una
entidad oficial o el catálogo de una entidad pública, y otra cosa es la
selección de una antóloga como Luz Mary. Ella no debiera darle cuenta a
nadie de su proceso de selección. A veces creo que a Luz se le cae duro porque
no hay tantas personas que realicen antologías de este tipo. Si tuviéramos más
personas haciendo esta labor podríamos tener una conversación entre diferentes
antólogos. No sé Pablo si has conversado de esto con Luz Mary, pero
durante los últimos veinte años la literatura colombiana ha sumado una gran
cantidad de nuevos escritores. Las maestrías en escritura creativa y los
programas de creación literaria han creado un auténtico boom de la literatura
colombiana. Y todo eso me hace pensar lo difícil es para Luz Mary poder
decidir a quién incluir en cada antología.
PHD: Te
cuento algo, Alejandra. Con Luz tenemos un amor en común: Joan Manuel Serrat. Y
el catalán dice en uno de sus versos: “De lejos dicen que se ve más claro”.
Desde mi distante Buenos Aires yo les puedo asegurar que la literatura
colombiana hoy hierve, vive, brota. Eso es significativo, y no sucede en todas
partes.
Luz
Mary:
Es cierto. Y, ¿saben una cosa? Yo amo a estos libros así como amo el trabajo de
los autores incluidos en cada uno de ellos. Cada vez que viajo a algún país
llevo varios juegos de esta antología. Llego a destino, abro las maletas, saco
mi ropa, y de inmediato saco varios de estos tomos. Y los hago circular. Y lo
hago porque considero que estos libros pueden ser una carta de presentación de
nuestra literatura y de nuestros autores en todas partes del mundo.
PHD: Es lo
que hiciste conmigo cuando nos conocimos en 2014. Me entregaste los dos primeros
tomos de esta antología como quien entrega un tesoro. Cambiemos de tema:
quienes aspiramos a ser buenos lectores sabemos que todo libro contiene a una
historia principal, y también a una historia solo en apariencia secundaria, que
se va desenvolviendo con el correr de las páginas. Luz, más allá de la calidad
literaria, ¿qué une a los tres tomos?
Luz
Mary:
En los dos primeros tomos late mi deseo de mostrar quiénes éramos y dónde
estábamos. Y a partir este tercer tomo surge la certeza de saber que abandonamos
la regionalidad para volvernos más universales.
Guido
Tamayo:
Hay una universalidad natural en este tomo III. Yo diría que este tomo confirma
que los autores que lo integran ya no son solo colombianos sino universales.
PHD: Para ir
cerrando me gustaría señalar algo que tal vez pueda parecer una locura: yo creo
que esta trilogía de cuentos y relatos bien puede ser vista como la gran novela
colombiana. Una novela caleidoscópica que en la introducción del tomo I nos
habla de los relatos de la tradición arcaica y en el desenlace del tomo III nos
acerca a autores nacidos en los 90’.
Luz
Mary:
Me halaga lo que dices.
Guido
Tamayo:
Propongo hacer una nueva presentación en casa de Pablo, así también conversamos
sobre cuento argentino.
Luz
Mary:
¡Nos vamos todos a Buenos Aires!
PHD: Están
todos invitados. Es más, yo creo que debiéramos salir los cuatro de gira, bien
podríamos presentar este libro por Colombia, México, Argentina, Chile…
¿Quisieras decir algo más, Luz?
Luz
Mary:
Quisiera decir que esta antología me hace feliz. Adoraría que estos tomos sean
vistos como una carta de presentación de lo que somos, una carta de
presentación de nuestra historia literaria y por ende de la historia de este
país. Y quisiera dedicar esta publicación a mis colegas y a la gran cantidad de
estudiantes que me acompañaron a lo largo de toda mi vida.
“(…) este
tomo confirma que los autores que lo integran ya no son solo colombianos sino
universales”
El tomo III
de Cuentos y relatos de la literatura
colombiana (Fondo de Cultura Económica) se encuentra a la venta en
librerías de toda Colombia. Y próximamente llegará a librerías de México,
Argentina y Chile.